- 04 Jun 2020, 23:20
#32644
Estoy en plena campaña de ajustes. El año pasado, por razones varias, no pude hacer muchos cold brew y ahora puedo darle más continuidad. En una de las primeras pruebas le puse 30 gramos y entraba bien en el cacillo pero, al mojarse e inflarse, desplazó la membrana superior y se quedó bastante inestable y lo tuve que abortar. Creo que "tampeando" un poco se pueden poner esos 30 gramos pero es mejor tirar por el otro camino, el de acortar volumen de agua.
Este sistema tiene una gran ventaja, la larga duración del proceso, lo que permite ir probando en las distintas fases de la extracción y, al menos me lo parece a mí, la capacidad para distinguir bastante bien las tres fases y sobre todo, después de mezclar el total en cada una de ellas, el resultado parcial del conjunto. Acortar el líquido en la tercera fase, o sea, acortar esta, le debería restar algo de amargor y bajaría la concentración pero entre los 350 y los casi 400 ml aproximadamente noto bastante equilibrio y no aprecio la aparición de ningún sabor desagradable y el nivel de concentración lo encuentro adecuado.
Siempre hay que pensar que el resultado final, después de enfriar unas horas en la nevera será algo distinto. Algún día, cuando lo tenga más claro, hablaré de esas diferencias y las causas que pueden provocarlas y lo que pienso que es una sensación sobre la actividad de la cafeína en esta preparación. Pero eso será otro capítulo.
Como tampoco tengo referencias voy bastante a ciegas y quedan variantes por tocar: velocidad de flujo de agua, grosor de la molienda, compactación, etc., pero aquí también el camino es lo divertido.
Estoy en plena campaña de ajustes. El año pasado, por razones varias, no pude hacer muchos cold brew y ahora puedo darle más continuidad. En una de las primeras pruebas le puse 30 gramos y entraba bien en el cacillo pero, al mojarse e inflarse, desplazó la membrana superior y se quedó bastante inestable y lo tuve que abortar. Creo que "tampeando" un poco se pueden poner esos 30 gramos pero es mejor tirar por el otro camino, el de acortar volumen de agua.
Este sistema tiene una gran ventaja, la larga duración del proceso, lo que permite ir probando en las distintas fases de la extracción y, al menos me lo parece a mí, la capacidad para distinguir bastante bien las tres fases y sobre todo, después de mezclar el total en cada una de ellas, el resultado parcial del conjunto. Acortar el líquido en la tercera fase, o sea, acortar esta, le debería restar algo de amargor y bajaría la concentración pero entre los 350 y los casi 400 ml aproximadamente noto bastante equilibrio y no aprecio la aparición de ningún sabor desagradable y el nivel de concentración lo encuentro adecuado.
Siempre hay que pensar que el resultado final, después de enfriar unas horas en la nevera será algo distinto. Algún día, cuando lo tenga más claro, hablaré de esas diferencias y las causas que pueden provocarlas y lo que pienso que es una sensación sobre la actividad de la cafeína en esta preparación. Pero eso será otro capítulo.
Como tampoco tengo referencias voy bastante a ciegas y quedan variantes por tocar: velocidad de flujo de agua, grosor de la molienda, compactación, etc., pero aquí también el camino es lo divertido.
Entre aconsejar bien y aconsejar mal hay un honrado término medio: no dar consejos