- 25 Jun 2018, 14:11
#11339
Hay un problema que tengo desde que me compré la máquina espresso y me deja una sensación de frustración.
Resulta que aquí el 99% de la gente tiene su paladar acostumbrado a los cafés "malos" de esos que sirven en el 100% de las cafeterias. Ese café que lo llenan a tope si pedis un espresso.
Cada vez que viene visita a casa y ve la cafetera les encanta (la Lelit es hermosa con su diseño de los años 50) y todos dicen: "HUUUU HACEME UN CAFECITO!" pensando que saldrá el café de su vida, o por lo menos, lo más parecido a lo que todos toman en los bares por estos lados. Lo cierto es que nadie, nadie, nadie pero nadie toma el espresso VERDADERO. Me ha pasado mil veces que les sirvo un espresso (con sus dimensiones verdaderas y formas apropiadas) y me miran como diciendo: "¿Que carancho es esto?". (Me ha pasado a mi cuando no conocía mucho... la primera vez que me topé con un espresso de verdad fue en París, y casi me levanto de la mesa cuando vi lo que me habían servido con mi mentalidad cafetero-argentina). Con el latte no pasa tanto, ya que al agregarle leche el volumen sube, pero el espresso es un gran problema. Antes cada vez que venía alguien me ponía a explicarle las medidas y formas del verdadero espresso, de como en los bares nos sirven cualquier cosa, etc etc... pero al fin y al cabo, no puedo en una visita amoldarles la mente, el paladar y la vista. Por más que les explicara se iban decepcionados. Entonces desde hace un tiempo opté por preguntarle a la visita: "¿Querés un espresso de verdad? ¿O algo parecido a lo del bar?". Todos me piden "Lo más parecido al bar", es fija. Y ahí es cuando trato de emular el café "malo". Y la verdad, no se si me sale o no. Termino sirviendo una cosa que no tengo idea a que sabrá. Básicamente muelo el café mas grueso y lo tampeo un poco menos, y sale a chorrazos el café para llenar la taza. Ya sé, es un pecado... ¿pero que otra cosa puedo hacer? Es la visita, quiero que se vaya con la sensación que tomó un café en casa como él quería.
Ya sé que me dirán que use otros métodos de hacer café cuando es así (cafetera italiana, o prensa francesa, que son las que tengo), pero es raro que miren la cafetera que tenes y le terminás haciendo el café en otro lado.
¿Soy el único que le pasa eso? ¿Les ha sucedido? ¿Como manejan esa situación? La verdad que a mi me resulta bastante frustrante.
Resulta que aquí el 99% de la gente tiene su paladar acostumbrado a los cafés "malos" de esos que sirven en el 100% de las cafeterias. Ese café que lo llenan a tope si pedis un espresso.
Cada vez que viene visita a casa y ve la cafetera les encanta (la Lelit es hermosa con su diseño de los años 50) y todos dicen: "HUUUU HACEME UN CAFECITO!" pensando que saldrá el café de su vida, o por lo menos, lo más parecido a lo que todos toman en los bares por estos lados. Lo cierto es que nadie, nadie, nadie pero nadie toma el espresso VERDADERO. Me ha pasado mil veces que les sirvo un espresso (con sus dimensiones verdaderas y formas apropiadas) y me miran como diciendo: "¿Que carancho es esto?". (Me ha pasado a mi cuando no conocía mucho... la primera vez que me topé con un espresso de verdad fue en París, y casi me levanto de la mesa cuando vi lo que me habían servido con mi mentalidad cafetero-argentina). Con el latte no pasa tanto, ya que al agregarle leche el volumen sube, pero el espresso es un gran problema. Antes cada vez que venía alguien me ponía a explicarle las medidas y formas del verdadero espresso, de como en los bares nos sirven cualquier cosa, etc etc... pero al fin y al cabo, no puedo en una visita amoldarles la mente, el paladar y la vista. Por más que les explicara se iban decepcionados. Entonces desde hace un tiempo opté por preguntarle a la visita: "¿Querés un espresso de verdad? ¿O algo parecido a lo del bar?". Todos me piden "Lo más parecido al bar", es fija. Y ahí es cuando trato de emular el café "malo". Y la verdad, no se si me sale o no. Termino sirviendo una cosa que no tengo idea a que sabrá. Básicamente muelo el café mas grueso y lo tampeo un poco menos, y sale a chorrazos el café para llenar la taza. Ya sé, es un pecado... ¿pero que otra cosa puedo hacer? Es la visita, quiero que se vaya con la sensación que tomó un café en casa como él quería.
Ya sé que me dirán que use otros métodos de hacer café cuando es así (cafetera italiana, o prensa francesa, que son las que tengo), pero es raro que miren la cafetera que tenes y le terminás haciendo el café en otro lado.
¿Soy el único que le pasa eso? ¿Les ha sucedido? ¿Como manejan esa situación? La verdad que a mi me resulta bastante frustrante.